martes, diciembre 12, 2006

¿Y Uribe qué?


De este escándalo del destape de la para-política todavía si sigue diciendo mucho. En este momento, Jorge Noguera, ex director del DAS, por fin pudo conseguir plata para viajar a Colombia y declarar sobre sus vínculos con los paramilitares y explicar por qué aparece en el computador de Jorge 40. Entre muchas acusaciones del ex jefe de informática del Departamento, Rafael García, de las que se tiene que defender, después que quien lo hiciera con tanto ahínco, fuera el mismo Álvaro Uribe.

Pero hasta eso parece que a la gente se le ha olvidado. Es que acaso ya nadie se acuerda cómo en abril y mayo Uribe puso en entredicho a la prensa colombiana, en especial a la revista Semana, cuando la llamó de coctel, en Bogotá, de reuniones de clase alta y demás? Eso pudo haber sido discurso de campaña, pero no se debe olvidar la fuerte defensa de Noguera, de quien desmintió sus vínculos con paramilitares. Y miren en qué va todo.

Sin embargo, Uribe a la única institución que le da explicaciones, porque sabe que lo van a escuchar sin contrapreguntar, sin ponerlo en duda, atentamente, como s
i su verdad fuera la verdad absoluta, es a los medios de comunicación colombianos.

Esa entrevista
que le dio a La W Radio, dejó demostrada la falta de crítica que reflejan nuestros medios. Sobre todo en estos momentos cuando el país está tan hastiado de que la clase política le siga mintiendo, que se sigan amparando en mentiras para cometer toda clase de atropellos, pero más que nada, en momentos en que el país reclama la verdad.


Eso es lo más importante ahora y no deja de extrañar el manto de duda que pesa sobre Álvaro Uribe y no sólo sobre quienes lo rodean.
Este proceso de destape de los vínculos de políticos con paramilitares es muy bueno que ocurra, pero no es nuevo ni debe ser visto como un fenómeno coyuntural, de momento. Esto es una consecuencia inevitable de todas las denuncias valerosas de personas como Claudia López o Gustavo Petro, quienes han hablado desde hace mucho tiempo abiertamente sobre las irregularidades y la impunidad en zonas como Córdoba , Sucre, Cesar , Magdalena y Bolívar, con el mapa de las elecciones atípicas o el caso del alcalde de El Roble, Eudaldo Díaz Salgado. Estas verdades por fin están teniendo eco en la opinión pública. Sin embargo todavía no me convenzo de que la sociedad haya disipado la cortina de humo que todavía se cierne sobre Uribe.

Porque el Presidente conmina a los jefes de las AUC, a los militares y a los políticos, en declaraciones recientes, a que digan toda la verdad, pero ¿qué hay de las verdades de él?
No puede ser que las únicas verdades de Álvaro Uribe sean las que le dijo a La W: ¿Qué hay, por ejemplo, con lo que dijo de Dieb Maloof? Ahora que está siendo indagado, ya no lo conoce, pero cuando era su compañero de caravana en la fecha que fue víctima de un atentado en Barranquilla, en las elecciones presidenciales del 2002, ahí sí era un fiel aliado. Cuando lo apoyan en sus proyectos -por ejemplo, el de la reelección-, son aliados necesarios; cuando son señalados por la justicia, ahí sí son delincuentes. (Esa es la palabra que usa en sus discursos para nombrar a Rafael García.)

El debate que propuso Gustavo Petro para el mes de marzo, sobre el desarrollo del paramilitarismo en el departamento de Antioquia, durante el control político a la Canciller, es fundamental para este proceso de verdad, la verdad que necesita el país y que debe soportarla toda para poder superar el círculo vicioso de la violencia. Y es muy posible que en ese debate sobre Antioquia y el origen de estos grupos de autodefensa se salpique por fin a quien se tiene que salpicar, a quien el favor de la opinión pública lo ha dejado ileso, con explicaciones envalentonadas como las que dio a los medios de comunicación y con las cuales se cree absuelto ante la sociedad.
Piedad Córdoba concluyó en su ponencia en el debate de la Canciller: "Todos los caminos del paramilitarismo conducen al presidente Uribe". Por algo será.

Caricaturas: (Arriba) Cortesía: El Espectador. Autor: Mico.
(Abajo) Cortesía: Semana.com. Autor: Vladdo.

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