domingo, marzo 18, 2007

Los resultados no son de la "Seguridad Democrática"

8 billones de pesos se destinarán este año para el gasto militar. Una cantidad muy elevada para los pocos resultados que se obtienen.
Pero la gente todavía sigue pensando que el único indicador que prueba la efectividad de la tan mentada y aplaudida "Seguridad Democrática" es que "ahora sí se puede viajar por carretera". Esto es lo chocante de la sociedad uribista: esa ceguera ante realidades que ya se salen del contorno de los ojos, por su magnitud, y su fe en tantas mentiras que pasan los medios de comunicación.
Si la "Seguridad Democrática" es la solución a todos nuestros problemas, ¿por qué entonces Darío Arizmendi, periodista tan entregado a la celebración de esta política y sus magnificos resultados, se tuvo que ir del país amenazado, no a trabajar en una cadena internacional ni nada de eso?
¿Por qué los habitantes de El Doncello, Caquetá, que sufrieron un ataque de las FARC contra la planta de Nestlé el 18 de enero de este año, denuncian que la "Seguridad Democrática" es sólo una ilusión en sus carreteras, porque los guerrilleros se esconden dentro de la selva, cerca a sus poblaciones?
¿Por qué las familias de los miembros del Gobierno no pueden sentirse seguras, como le acaba de pasar a la ministra de Comunicaciones, María del Rosario Guerra, con su hijo que fue apuñaleado por unos asaltantes que le iban a robar el celular?
¿Por qué Bogotá entera se tiene que guardar en su casas el día que viene Bush, para aparentar que la ciudad está en calma y es tranquila y apacible? Y además, ¿por qué los agentes de seguridad de Estados Unidos que acompañaban a Bush, tienen que revisar las armas de los cadetes de la FAC, antes de que las usen "para ver si tenían algún tiro de carga"? Y fuera de todo, ¿Por qué tienen que esconder a los personajes de Rafael Pombo que van a representar las fábulas en la Fundación, durante la visita de Laura Bush? ¿Qué "Seguridad hay ahí, si no puro miedo? ¿Realmente existe una sensación de seguridad? No lo creemos así.
Por el contrario, el gobierno de Álvaro Uribe lo único que ha hecho es adjudicarle a la "Seguridad Democrática" éxitos de otras instituciones, por ejemplo con los resultados de la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía y las organizaciones no gubernamentales como la Corporación Nuevo Arco Iris en las investigaciones y decisiones sobre el tema de la 'parapolítica', en palabras de su obstinado asesor José Obdulio Gaviria, la "apoteosis de la Justicia".
Todo lo contrario, Uribe y su séquito han tratado por todos los medios de obstaculizar la justicia, denigrando de las investigaciones serias y juiciosas, diciendo que son 'panfletos'; acusando a los opositores y críticos de 'terroristas vestidos de civil', y a los periodistas de "faranduleros de coctel" o de "auxiliadores de la guerrilla", como lo dijo frente a los medios en la visita de Bush.
Pero esa gran mentira de la "Seguridad Democrática" ya no la creen en el exterior: en República Dominicana, el viernes 16 de marzo, en la Cumbre Antidrogas, las protestas contra su visita dejan en evidencia que la verdad sobre Colombia se siente más afuera que adentro, y no precisamente por lo que dijo Piedad Córdoba, es porque en el exterior sí se dan cuenta de la gravedad de lo que ocurre aquí en nuestro país. Para la muestra, les dejamos las palabras del escritor y líder político dominicano, Narciso Isa Conde, con motivo de esta visita:
Los resultados de la recién pasada elecciones generales en Colombia, a pesar del inocultable avance de las fuerzas de izquierda y centro- izquierda, fue publicitado por los medios masivos de comunicación y sobre todo por las grandes cadenas internacionales, como la gran victoria reeleccionista de la nueva derecha y de su candidato Álvaro Uribe Vélez. Y esto a su vez fue presentado como la legitimación aplastante de la política de “seguridad democrática”, de los programas neoliberales y de la guerra contra el “narco-terrorismo” implementada por Uribe en el cuatrienio anterior. (...) Pero todo aquel falso ropaje no tardó en desgarrarse al compás del destape y desarrollo de una crisis narco-para-política que va configurando una especie de crisis de gobernabilidad. (...)Poco a poco la madeja fue desatándose con todas sus malos olores, hasta convertirse en una crisis narco-para-política, es decir, en la eclosión de las evidencias delictivas de un gobierno compartido por la oligarquía y la partidocracia con masacradores, asesinos, bandas mafiosas, y cárteles de la droga.


Imágenes:Semana.com;www.presidencia.gov.co;
spanish.peopledaily.com;www.diariolibre.com