martes, agosto 07, 2007

No queremos ser parte de esta guerra

Esta vez hemos querido colocar un comentario que han dejado en nuestra bitácora, para que todos ustedes, visitantes, los que no le creemos a Álvaro Uribe y también los adeptos de la reeligión reflexionen sobre la verdadera tragedia de fondo que ha herido el alma de Gustavo Moncayo y su familia, pero también la de otras familias que tienen a sus seres queridos secuestrados por culpa de esta guerra sin sentido y sin final que consume a Colombia:

Dicen que una canción no puede parar una guerra, pero si que ayuda. Durante la guerra de Argelia Boris Vian (poeta francés) compuso esta canción y fue tan temida por el poder que hasta el mismo general De Gaule la prohibió. Sin embargo todos los jóvenes por las calles, en las fiestas y en los colegios a cada instante la gritaban. Hoy por hoy perdura. Ojalá esta adaptación que me he tomado la libertad de hacer corra con la misma suerte. Para ello adjunto el vínculo en youtube en donde pueden escuchar la melodía y la canción original cantada por el propio autor.

http://www.youtube.com/watch?v=gjndTXyk3mw

EL DESERTOR

(Adaptación hecha por Rebeca para Colombia
de la canción siempre actual: Le Déserteur de Boris Vian)

Mi señor Presidente,
por la presente le digo,
de esta guerra demente
no quiero ser testigo

Desde que yo he nacido
el odio enardecido
el machete y la bala
el luto ha esparcido

No, Señor Presidente
yo no vine a la tierra
para vivir en guerra.
Escuche atentamente.

En la selva fui atado
a usted le importó nada,
mi pasado anulado,
mi carne agusanada.

En la selva olvidado
¡ mi señor engalanado!
con reyes y con “gabos”
¡qué pena ser soldado!.

Mis viejos y mi amor
llorando aniversarios
de prolongados calvarios
de soledad y temor

Mis hijos con dolor
mil carencias pasaban
los suyos progresaban
yo he sido el perdedor.

Cuando yo esté en la tumba,
ya perdido en las sombras
me burlaré de bombas
de honores y de rumba

Por los caminos me iré
mañana al amanecer
y a los jóvenes diré
que dejen de obedecer.

¡No vayan a la guerra!
la sangre derramada
no va a servir de nada
ni servirá a la paz.

De los montes al mar
de la aldea a la sierra
¡déjate ya la guerra!
busca otro despertar

Excelentísimo Señor
de corazón tan grande
vaya usted, dé su sangre
pues yo soy desertor.

Váyase usted al frente
ya que buen apóstol es
Honorable Presidente
eso servirá, tal vez

Y si me quiere castigar
diga a su gente de armas
que yo estaré sin armas,
me podrán disparar.


Imagen: Tomada de www.educweb.org